Desde Octubre de 2010 Lorena y Mirian Gomez nos pusimos a cargo de Maitiana.

Nosotras somos
Maitiana

Lorena Gomez la maestra chocolatera de Maitiana

Lorena Gomez

Lorena, la maestra chocolatera, es el corazón del obrador y la mente detrás de cada deliciosa creación. Sus manos dan vida a todas las exquisitas trufas y bombones, así como a tentadoras tabletas y figuras de chocolate. Cada pieza es el resultado de su pasión, convirtiendo cada bocado en una experiencia única.

Mirian Gomez el alma comercial de la Bombonería Maitiana

Mirian Gomez

Mirian, la incansable alma comercial y de la tienda, es la encargada de dar el toque final a cada una de esas creaciones que salen del obrador. Su inigualable atención al cliente y su dedicación hacia la excelencia en cada detalle hacen de cada visita a Maitiana una experiencia inolvidable.

Más de 250 años de dulce felicidad

Antigua Chocolatería elgorriaga, actualmente bombonería maitiana

La Dulce Herencia de Maitiana antigua “Juncal”

La historia de Maitiana se remonta a 1770, cuando el abuelo de Juncal Elgorriaga, un pastor de Irún, encontró refugio en los misterios del cacao después de cuidar a sus ovejas. El hijo de este pastor, padre de Juncal, decidió estudiar el arte de la chocolatería en Francia. Durante esos años, la familia fundó un salón de té en Irún, un tiempo de éxito que fue truncado en 1936 por los acontecimientos de la guerra.

Tras el conflicto, en 1949, Juncal tomó la valiente decisión de reabrir el local, pero esta vez como una bombonería. En 1991, el nombre “Juncal” dio paso a “Maitiana”, la cual ya era dirigida desde 1981, por su asesor y gestor Cirilo Urteaga, siguiendo con el negocio sus herederos, hasta 2009.

Tras un año de cierre, las dedicadas empleadas decidieron revivir el espíritu de Maitiana, transformándolo nuevamente en aquel legendario salón de chocolate. Con el firme compromiso de mantener viva la tradición del chocolate artesano, rescatando la esencia y el alma de su historia.

Dulce Viaje en el Tiempo

Hace más de un siglo, un ferrocarril comenzó su viaje. Conocido cariñosamente como el “Topo”. El apodo no era casualidad, sino que era debido al notable número de túneles que presentaba su recorrido.

Los pasajeros iniciaban su viaje en la frontera francesa, llegaban al corazón de San Sebastián, y su última estación, era en calle Peñaflorida, más concretamente donde hoy en día está nuestra Bombonería. 

Nuestra historia se entrelaza con el pasado; partes de nuestro edificio resguardan secretos ferroviarios bajo la superficie,como antiguas vías soterradas, techos curvos en forma de medio punto y  un antiguo reloj que podría perfectamente haber marcado las horas de la antigua estación.

Así que Maitiana no es solo un espacio para satisfacer tus dulces antojos, sino un fragmento de una historia de San Sebastián.

Tranvía bombonería maitiana

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